Porque luego de cada almuerzo, sea en casa o, quizá mayor aún, en la oficina, siempre hay un lugarcito más para el postre. Y como en Vamos a Comer Rico nos encanta consentirte, hoy te presentamos cinco recetas que no te puedes perder, porque son buenísimas, fáciles de preparar y, un secreto, ¡no necesitas horno para hacerlas!
1. Tarta de limón
Una alternativa súper fresca, deliciosa, que puedes preparar una noche antes y refrigerar hasta una hora antes de comerla y que, seguramente, tus coworkers también querrán degustar.
¿Qué necesitas?
- 3 paquetes individuales de galletas de vainilla
- El jugo de un limón
- 1 vaso de Element
- 4 cucharadas de azúcar rubio
- 80 gr. de gelatina sin sabor o, de preferencia, de limón
- 1 tarro de leche evaporada
El procedimiento:
Primero, trituramos las galletas de vainilla de manera que queden tan finas como arena. Luego, las colocamos de manera compacta en un molde, formando la base de la tarta. El molde debería medir un aproximado de 18 a 20 centímetros de diámetro.
Por otro lado, en una olla pequeña, incorporamos el agua Element, el jugo del limón y el azúcar rubio. Revolvemos hasta integrar y dejamos que comience a hervir, a fuego medio. Cuando empiecen a salir las primeras burbujas, retiramos y añadimos -a modo de lluvia- la gelatina en polvo, revolviendo hasta homogeneizar.
Sin dejar de revolver, vertemos la leche evaporada. Cuando se haya templado, servimos el líquido en la base de galletas y congelamos hasta el día siguiente.
2. Galletas de cheesecake
Si eres fan de las galletas con chispas de chocolate y del sabor y textura de los clásicos cheesecakes, ¡quédate! Te garantizamos que esta receta te encantará.
Ingredientes:
- 400 gr de mini galletas estilo choco chips
- 40 gr de mantequilla
- ½ tarro de crema de leche o nata
- 350 gr de queso crema
- 4 yemas de huevos medianos
- 5 cucharadas de azúcar blanco
- Chispas de chocolate al gusto
El paso a paso:
Para realizar la base, trituramos unos 280 gramos de las mini galletas choco chips y le agregamos, progresivamente, la mantequilla previamente derretida. Cuando se observe y se sienta una masa un tanto quebradiza y mojada, es momento de colocarla en un molde de 20 a 22 centímetros de diámetro, aplastando bien, para darle la forma de base. Colocamos en el fridge.
Ahora, hidratamos las láminas de gelatina en agua bien fría, para empezar a preparar el relleno. Empezamos batiendo el queso crema hasta dejarlo completamente cremoso y sin grumos. Batimos, también, la nata o crema para batir, agregando, de a poquitos, la mitad del azúcar. Antes de que empiece a formar picos, vertemos el queso crema previamente batido y homogeneizamos.
Con la otra mitad del azúcar, batimos las yemas y calentamos en el microondas por 30 segundos, máximo, para que multiplique su volumen. Una vez caliente, agregamos la gelatina ya hidratada y escurrida, y removemos hasta disolver.
Acto seguido, mezclamos ambos batidos, muy suavemente, y vertemos en la base. Finalmente, añadimos el resto de mini galletas, junto con las chispas de chocolate y refrigeramos toda una noche.
3. Helado de frutos del bosque
Como sabemos que muchas personas son fans de este tipo de postre, jamás podríamos haber dejado de mencionar una receta de helado en esta lista.
Los insumos:
- 1 taza de frutos del bosque completamente congelados
- 1 plátano de seda
- ½ taza de salvado de trigo
- ¾ de taza de yogurt natural o de vainilla
- 4 cucharadas de miel
¿Cómo lo hacemos?
Con la ayuda de un procesador, batidora o licuadora, picamos los frutos del bosque (que deben estar heladitos), junto con el plátano de seda y el salvado de trigo, hasta formar un puré sin grumos.
En este punto, incorporamos el yogurt y la miel y continuamos triturando. Para que tome mejor cuerpo, colocamos en un recipiente y congelamos por, al menos, 20 minutos. Al ser de pura fruta, este helado podrá soportar el trayecto de tu casa a tu oficina, tan solo procura refrigerarlo una vez que llegues al trabajo.
4. Mousse de Nutella y avellanas
Una combinación que, de todas las maneras posibles, satisfará tu paladar por completo. Atrévete a prepararla y engríete, como mereces.
Necesitamos:
- 1 taza de crema para batir
- 4 cucharadas de crema de avellanas o Nutella
- 3 cucharadas de azúcar moreno
- 3 gr de gelatina en láminas
- Avellanas al gusto
¡Manos a la obra!:
Al igual que en la preparación anterior, debemos ganar tiempo colocando las hojas de gelatina en agua fría, por un tiempo aproximado de 20 minutos.
Ahora, calentamos la crema para batir y la mezclamos con el azúcar moreno, la crema de avellanas y esperamos que empiece su estado de ebullición. Revolvemos hasta ver un puré homogéneo.
Sacamos del fuego e incorporamos las hojas de gelatina, muy bien escurridas. Removemos y servimos en copas, listas para refrigerarse por toda una noche. Antes de servir, decoramos con avellanas al gusto.
5. Milhojas de piña
No, no necesitas horno ¡y tampoco masa hojaldre! En esta versión súper simplificada del milhojas, no solo caerás en cuenta de lo sencilla que es su elaboración, sino que, además ¡podrás combinarla con tu fruta favorita!
Para 4 personas:
- 1 piña
- ½ taza de crema para batir.
- Azúcar en polvo
- Canela en polvo
- Almendras
Procedimiento:
Empezamos batiendo la crema para batir que debió estar previamente muy fría. Poco a poco, con calma, vamos sumando el azúcar en polvo. Continuamos mezclando, de modo que consigamos una textura sin impurezas. Cuando consigamos la consistencia deseada, pasamos el batido a una manga pastelera y reservamos en la nevera.
Por otro lado, comenzamos a pelar la piña para que, acto seguido, procedemos a cortar en láminas muy delgadas, simulando las ‘hojas’ del milhojas.
Servimos el postre alternando piña y relleno, y coronando con canela en polvo y trocitos de almendras.
¡Déjanos saber con cuál de estos increíbles postres sin horno estás pensando empezar! Si estás en busca de más recetas, no olvides seguirnos en todas nuestras redes:
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